Viena tiene grandes objetivos: para el 2040, la capital de Austria será climáticamente neutra. El transporte público desempeñará un papel fundamental para poder alcanzar este objetivo, lo que implica no solo expandir la oferta, sino también modernizar la infraestructura existente.
En 2024, Wiener Linien ha lanzado una ambiciosa campaña para este fin: se destinarán más de 850 millones de euros, de los cuales unos 220 millones se invertirán en mantenimiento y renovación.
- Viena cuenta con la sexta red de tranvías más extensa del mundo.
- Solo en el año 2023, los metros y tranvías de la ciudad recorrieron un total de 38 millones de kilómetros, lo que equivale a aproximadamente 2,5 vueltas alrededor de la Tierra cada día.
Por ello, no es de extrañar que el enfoque principal esté en la renovación de la infraestructura ferroviaria, incluyendo estaciones, túneles, puentes y sistemas de señalización.
Además de garantizar el suministro a largo plazo y promover una movilidad sostenible, también se busca mejorar la calidad de vida de los habitantes de Viena, quienes experimentan un crecimiento poblacional significativo.
La inversión en transporte público no solo responde a necesidades prácticas, sino que también es una carta de presentación para la ciudad, que durante años ha sido considerada una de las más habitables del mundo según diversos rankings (como el de Mercer).
En cuanto a la accesibilidad económica del transporte público, en 2023, Greenpeace evaluó la asequibilidad en 30 países europeos y sus capitales, ubicando a Viena en el octavo lugar (Fuente: Greenpeace: Climate and public transport ticket in Europe, documento PDF).
Este año, Wiener Linien también inauguró un centro de competencia para la movilidad eléctrica, demostrando su compromiso con una futura ciudad más amigable con el clima y sus habitantes.